Si has empezado 2021 pensando en tu próxima escapada por España, pero aún no te has decidido, quédate a leer este artículo. ¿Te imaginas 3.000 años en un fin de semana?

Son pocos los lugares de nuestro territorio con tanta historia visible en sus calles, pero sin duda alguna, Cartagena es uno de ellos. Si has oído sus historias, pero no sabes qué ver en Cartagena, aquí te traemos algunas ideas para que puedas pasar las mejores 48h en la capital legislativa de Murcia.

Cartagena tiene tantas historias como años, así que lo mejor para conocerla es recorrerla siguiendo un orden cronológico. ¿Preparado para lo que hay que ver en Cartagena?

Día 1: Restos arqueológicos y tapeo

¿Sabías que Aníbal salió de Cartagena con sus elefantes para conquistar Italia? Para poder entrar contextualizado a la ciudad, os recomendamos pasar por el gran almacén de la historia cartagenera, el Museo Arqueológico Municipal.

El museo se encuentra sobre la necrópolis tardo-romana, y dispone de una de las mejores colecciones de España en epigrafía funeraria. Otros espacios interesantes para ponernos en contexto, de lo que en su momento fue una de las tres ciudades más importantes de Hispania, son el Centro de Interpretación de la Muralla Púnica y el Museo del Teatro Romano.

Este gran edificio, capaz de albergar 6.000 personas, contiene impresionantes vestigios sobre la que fue Cartago Nova. Si quieres conocer algunas de sus curiosidades, puedes leer nuestro artículo sobre este indiscutible símbolo de la ciudad. Además, al lado se encuentran los restos de la Catedral antigua de Santa María de Gracia, una parada necesaria dentro de este puzle museístico.

A escasos metros, en la Plaza de los Tres Reyes, podréis observar una excavación que nos habla del pasado complejo termal y celebración de banquetes religiosos que se construyó hacia el siglo I aC, ya bajo la supervisión de los jefes de obra romanos. Otros vestigios de la ciudad romana que merecen la pena visitar son la Casa de la Fortuna y el Augusteum.

Por último, y como vínculo entre la ciudad antigua, la medieval y la modernista, no olvidéis pasar por el Castillo de la Concepción, una torre de homenaje que se encuentra sobre la colina más alta de Cartagena, y que resulta un balcón a la ciudad donde pararse a observarla (y a hacer alguna que otra foto).

Tanta historia seguro que os abre el apetito. En el Mercado de Santa Florentina, o en cualquier pastelería cerca, podéis degustar el pastel de cierva, dulce típico de la zona que mezcla dulce con salado. Si el hambre aprieta, a la vera del puerto encontraréis el típico arroz caldero, michirones, todo tipo de pescados, mariscos y freidurías. ¡Ah! Y no os olvidéis de probar la marinera y el marinero, las tapas más típicas de Cartagena.

Con la barriga tan llena, podéis ir a dar un paseo con el barco turístico y recorrer la dársena natural de la ciudad, ir a tomar una copa o ir a descansar, que siempre es la opción más prudente después de un largo día. Si buscas el mejor reposo, lo encontrarás en Posadas de España Cartagena, conoce sus habitaciones y servicios, y asegúrate el mejor descanso para tu fin de semana en Cartagena.

Día 2: Palacios modernistas, miras y mares

Hubo un tiempo, alrededor de la Primera República, que Cartagena se erigió como una nación soberana, acuñaron su propia moneda y solicitaron a Estados Unidos su ingreso en la unión. Suena increíble, ¿no? Este episodio de seis meses, retratado por Pérez Galdós y Ramón J. Sender, terminó con un episodio marcado por las bombas que destruyeron tres cuartas partes del tejido urbano, que por suerte se recuperó rápidamente gracias a la burguesía local.

La Casa Cervantes, la Casa Zapata, la Casa Dorda, el Gran Hotel y el Palacio Aguirre son sólo algunos ejemplos de los palacios que llenaron los huecos creados por los bombardeos que soportó la ciudad.

No podemos cerrar este listado de qué ver en Cartagena sin mencionar las minas, las cuales dieron vida a la comarca los siglos XIX y XX. Ricas en plomo y zinc, espacios como el Centro de Interpretación de la Mina Las Matildes os acercarán a sus paisajes e historias sorprendentes. Aunque, si lo que queréis después de casi 48h, es descansar, acercaros a la interminable y llana playa del Galúa, en La Manga, o a las calas rocosas de Cabo Tiñoso; allí podréis cerrar un fin de semana perfecto.

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